No es frecuente toparse con mucha gente fiel a sus principios, capaz de anteponer su amor al "poderoso caballero". La capacidad de renuncia, saber retirarse a tiempo para dejar crecer a los demás, porque uno no puede poner el alma en lo que hace, sólo la tienen los sabios. A Fernando Conde, que ama profundamente el teatro, al Tristán de El perro del hortelano, no le gusta eso de "ni comes ni comer dejas". Tal vez por eso ha conseguido decir que su vida es "bastante rica" y se aprueba a sí mismo en la consecución de sus sueños (¡cuántos quisieran!).
También cuesta hoy en día escuchar a alguien que hable tan bien en la calle como en el escenario. Nuestro actor, o "comediante" -como él mismo prefiere llamarse-, tuvo un profesor que consiguió inculcarle el arte de cuidar el lenguaje. Admira la riqueza lingüística de nuestros clásicos, los del Siglo de Oro, cuyas obras ha leído e interpretado tantas veces. No desfallece ante la negativa de la gente hacia este tipo de literatura y asegura que es una cuestión de educación: mientras en Inglaterra el público está acostumbrado al teatro en verso y admira a Shakespeare, en nuestros escenarios ha sido siempre difícil y no se protege ni se promociona el tesoro literario de la llamada, no sin razón, época áurea de las letras españolas. Los profesores de lengua y literatura luchamos a diario por lo mismo, arriesgándonos a que nos llamen aburridos y hartándonos de oír que una obra maestra es "un rollo" (en el mejor de los casos). Pero, igual que le pasa a Fernando Conde, que ha sentido en los escenarios a muchas personas disfrutar y reírse con lo clásico, los profesores descubrimos siempre a más de un estudiante excepcional, capaz de apreciar la belleza de su idioma. Y con esto, también "aprobamos". Tal vez, como él, tengamos "muchos pajaricos en la cabeza".
Silvia Martínez
Algunas de esas personas excepcionales han participado en los actos de la mañana del 14:
¡MIL GRACIAS Y MI MÁS SINCERA ENHORABUENA!
La Comarca, que, junto con el Ayuntamiento de la localidad, ha colaborado intensamente con el IES, se ha hecho eco de la noticia en su web.
Y bien salen las cosas poniendo el alma como dicen los sabios. Y tú, lo has hecho al regalarnos la ligereza de un buen relato.
ResponderEliminarAdriana.:-)
P.D envidiable el aprobado de Fernando en muchos aspectos..
Pareces una mujer de letras, Adriana: muchas gracias.
EliminarSilvia
Estupenda etopeya de Fernando Conde. Si tenemos que agradecer algo a alguien, y sin ánimo de desmerecer la participación de alumnos, profes y demás representantes, es a ti por todas las iniciativas que estás llevando a cabo, por tu esfuerzo, por tu capacidad de trabajo y por la elegancia con la que nos haces partícipes a todos. GRACIAS SINCERAS, SILVIA.
ResponderEliminarLourdes
“En el rocío de las cosas pequeñas, el corazón encuentra su alborada y se refresca”.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Silvia